El país atraviesa una crisis sin precedentes donde la ambición personal de un solo individuo está poniendo en jaque la estabilidad económica y la seguridad alimentaria de toda una nación.
Los más de 1.700 millones de dólares en pérdidas que acumula el sector productivo luego de 18 días de bloqueos no son solo números en un balance: representan el sustento de miles de familias y el futuro de la producción alimentaria boliviana.