La decisión refleja la falta de articulación y madurez del proyecto, evaluó el analista Hugo Moldiz.
El Movimiento de Renovación Nacional (Morena), liderado por Eva Copa, anunció su retiro de las elecciones generales previstas para el 17 de agosto, en medio de un escenario marcado por presiones políticas y un bajo nivel de apoyo en las encuestas.
Dos analistas consideran que la sigla no logró consolidarse como una opción competitiva y que su participación estaba condenada a un desempeño marginal.
El analista político Hugo Moldiz señaló que la decisión refleja la falta de articulación y madurez del proyecto.
“Desde el principio no apostaron a la unidad. Morena es de reciente creación, no solo formal sino también política, y nunca terminó de despegar”, declaró a la red RTP.
Agregó que el bajo nivel de intención de voto hacia esa sigla y su candidata, Eva Copa, hacía previsible su retiro.
No obstante, sostuvo que “como persona, Copa todavía puede jugar un papel importante” en un eventual reordenamiento político.
En la misma línea, el politólogo Franklin Pareja afirmó que Morena “es una fuerza totalmente marginal, que no tracciona votos ni siquiera en su espacio natural, El Alto”.
Según explicó a la red Uno, los últimos estudios registrados ante el Tribunal Supremo Electoral ubicaban a esa organización por debajo del 1% de preferencia electoral.
“Es más simbólica que cuantitativa. Morena ha tomado la decisión sabiendo que iba a perder su sigla”, aseveró.
Pareja añadió que el proyecto intentó convertirse en un espacio de articulación entre las distintas corrientes del Movimiento Al Socialismo (MAS), incluyendo el evismo y el arcismo, pero que finalmente habría quedado atrapado en una lógica de tensiones internas. “Quizá tomó la decisión en sentido de que realmente puede estar bajo un fuego cruzado”, indicó.
Eva Copa denunció haber sido víctima de presiones y acoso político, aunque no detalló de parte de quién. Con su retiro, Morena deja vacante un espacio en la papeleta electoral a menos de 20 días de los comicios. Si bien su salida no altera significativamente el escenario cuantitativo, los dos analistas advierten de que puede tener implicaciones simbólicas en el mapa político en disputa.
AEP