Los eternos candidatos del neoliberalismo —Samuel Doria Medina y Jorge Tuto Quiroga— se presentan demagógicamente como los “salvadores” de la patria, pero el pueblo boliviano recuerda que ambos candidatos, junto al “evismo”, boicotearon la gestión del Gobierno nacional al negarse a aprobar créditos en la Asamblea Legislativa Plurinacional.
El candidato de la Alianza Unidad —que se presenta como miembro de la socialdemocracia para aparentar una solidaridad inexistente— forma parte de la vieja oligarquía y carga sobre sus espaldas la crueldad inherente al neoliberalismo que provocó graves crisis económicas en Bolivia porque privilegió los intereses del capital financiero.
La propuesta de Doria Medina es neoliberalismo a ultranza como bajar el déficit fiscal, cerrar las empresas públicas, atraer inversión extranjera, abrir las fronteras para las exportaciones y otros. En un acto desesperado y con esa su paupérrima oralidad, presentó su plan “Se acabó la fiesta”, que incluye un recorte presupuestario, el cierre o suspensión de los medios de comunicación estatales y otras medidas neoliberales con el objetivo de achicar el Estado.
Para Samuel Doria Medina y Tuto Quiroga, el Estado debe achicarse con el despido de miles de profesores y profesionales de salud, vender o cerrar las empresas estatales como YPFB, Entel, ENDE, la Planta de Amoniaco y Urea y otros; regalar los recursos naturales a las empresas transnacionales, eliminar los subsidios, someterse a los dictados del Fondo Monetario Internacional y alinearse al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Samuel Doria Medina tiene un largo historial de fracasos porque nunca fue electo autoridad gubernamental con el voto del pueblo. Fue candidato a vicepresidente en las elecciones de 1997, fue tres veces candidato a la presidencia (2005, 2009 y 2014) y fue un candidato vicepresidencial fallido de Jeanine Añez, aquel régimen que masacró al pueblo.
Doria Medina, cuando fue ministro de Planificación de Jaime Paz Zamora, enajenó las empresas estatales y adquirió a precio de gallina muerta las empresas cementeras El Puente (Tarija) y Fancesa (Sucre), y fue señalado en el bullado caso Papeles de Panamá por una evasión tributaria de Bs 54 millones en la venta de acciones de la fábrica de cemento Soboce a la empresa mexicana Chihuahua a través de la empresa offshore Akapana SA.
Doria Medina quiere ser presidente para reinstaurar un modelo neoliberal que beneficie a la élite política/industrial/empresarial del país y haga gemir de hambre al pueblo trabajador; quiere volver a la República para devolver los privilegios a una casta señorial que se regodeaba con la discriminación, el racismo y otros males del colonialismo.
El pueblo boliviano no quiere el retorno de las medidas neoliberales porque recuerda sus crueles medidas económicas y pide algunos ajustes al modelo económico boliviano que prioriza el mercado interno, la inversión pública, la redistribución de la riqueza a sectores más vulnerables y la industrialización con sustitución de importaciones. Este modelo logró avances en la reducción de la pobreza extrema, la pobreza moderada y la desigualdad.