Molina, Soto y los hermanos Bascopé, de la temida paraestatal RJC, además de Mario S.S. y Ayda R. L.T., son acusados por los delitos de organización criminal, fabricación de armas caseras (bazucas) y destrucción y deterioro del patrimonio histórico de Sucre.
Por ese hecho una mujer fue aprehendida acusada de complicidad.