Entre las comunidades más golpeadas se encuentra la zona de la Playa, donde el agua arrasó con cultivos, viviendas y estructuras básicas.
El municipio paceño de Caranavi atraviesa una grave emergencia por el desborde del río Yara, ocurrido el sábado, que produjo una devastadora riada que afectó a más de un centenar de comunidades.
Según datos preliminares de la Alcaldía, al menos 102 comunidades fueron comprometidas, dejando un saldo de más de 800 familias damnificadas y alrededor de 8.470 hogares afectados por la furia del agua y los deslizamientos.
La situación ha dejado en evidencia la vulnerabilidad de esta región subtropical de los Yungas paceños, donde las lluvias intensas y constantes han provocado además el colapso de sistemas de alcantarillado pluvial, la destrucción de 32 viviendas, la afectación a dos unidades educativas y la pérdida de caminos rurales.
Entre las comunidades más golpeadas se encuentra la zona de la Playa, donde el agua arrasó con cultivos, viviendas y estructuras básicas.
“En el sector de la Playa se ha desbordado el río, nosotros como autoridades estamos preocupados, estamos pidiendo al municipio maquinaria pesada (...) Quiero pedir a la población que esté atenta por el río, está caudaloso”, alertó el presidente del Distrito III, Roberto Mamani, quien lamentó que muchas familias hayan perdido sus hogares y pertenencias.
Gestión de riesgos
La jefa de Gestión de Riesgos de la Alcaldía de Caranavi, Lizeth Chávez, informó que las lluvias comenzaron la madrugada del sábado y que, a partir de las 09.00, se registraron fuertes riadas y deslizamientos de tierra.
“Tenemos más de 102 comunidades afectadas, más de 800 familias damnificadas. Estas familias perdieron sus viviendas, hemos perdido puentes, las unidades educativas colapsaron”, explicó Chávez. Añadió que el alcalde del municipio declaró emergencia y solicitó ayuda urgente a instancias departamentales y nacionales.
Las pérdidas económicas aún no han sido cuantificadas, pero los daños en cultivos de café, cítricos, banano y achiote anticipan un golpe severo a la economía local, predominantemente agrícola.
La destrucción de caminos ha agravado el aislamiento, especialmente en sectores como Tajlihui, donde parte de la plataforma vial que conecta Caranavi con Guanay colapsó y quedó intransitable, dificultando el traslado de ayuda humanitaria.
Entre los pedidos inmediatos, la alcaldía ha solicitado el envío urgente de maquinaria pesada como excavadoras, gaviones para contener el cauce del río, víveres, colchones, tanques de agua y, especialmente, carburantes para operar la maquinaria de rescate y rehabilitación.
Esta no es la primera vez que Caranavi sufre los embates de fenómenos naturales. En febrero de 2019, una riada similar también ocurrió.
AEP
