Claro que esto se producía ante un Brasil que, si bien era local, se presentaba con nada menos que seis bajas principalísimas para el funcionamiento del equipo dirigido por Fernando Diniz.
La alegría de Bolivia por ganarle a Perú en La Paz duró poco porque volvió a cometer errores en la última línea y eso le costó la quinta derrota en lo que va de las clasificatorias mundialistas.