El Gran Poder es una expresión de fe, identidad y cultura; representa el alma del pueblo paceño y la riqueza de las tradiciones bolivianas.
Bailarines de la Festividad de la Santísima Trinidad del Señor Jesús del Gran Poder, durante su recorrido pedían paz y unidad para Bolivia, ante los últimos hechos de violencia que se vivieron en el país, por lo que muchos portaban banderas blancas y crespones negros.
“Estoy feliz, por el tata del Gran Poder, le he pedido bienestar, seguridad y bienestar social para todo el país”, dijo uno de los bailarines de morenada a Bolivia TV.
El Gran Poder es una expresión de fe, identidad y cultura; representa el alma del pueblo paceño y la riqueza de las tradiciones bolivianas. La festividad fue declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco el 11 de diciembre de 2019.
Desde las 07.00, la entrada comenzó con una ch’alla a la Pachamama, luego continuó con el recorrido del Tatamóvil, en el cual estaba la imagen del Cristo del Gran Poder. Acompañaron autoridades y vecinos en una procesión hasta el palco.
La presidenta de la junta de vecinos del Gran Poder, Lizeth Lima, durante la procesión pidió unidad y paz.
“Que se solucionen los problemas en el país”, dijo e instó a los bailarines y espectadores a que prime la fe y devoción en la festividad; además de que se evite el consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
En un gesto conmovedor, las fraternidades danzaron con banderas blancas y crespones negros, recordando que también desde la danza se puede expresar respeto, memoria y solidaridad, por los hechos de violencia provocados por afines de Evo Morales en Potosí y Cochabamba, que dejó como saldo seis personas fallecidas.
Al mediodía hubo un minuto de silencio por los muertos.
Durante la jornada de ayer se vio la fe y devoción hacia el Tatita del Gran Poder, las calles se llenaron de música, bordados, devoción y alegría, mientras miles de danzarines reafirmaban su identidad al compás de morenadas, caporales, diabladas y otras danzas.
El cantante Bonny Lovy, quien llegó a La Paz para espectar la entrada, indicó que este año no pudo participar de la misma, pero se mostró feliz por poder ver la fe y devoción de los bailarines. El año pasado bailó morenada.
“Para los bolivianos, un mensaje de amor, un mensaje de unión, de esperanza; estamos en momentos difíciles, pero estoy seguro que más adelante vienen cosas mejores para nosotros, mi gente”, dijo el artista con mucha alegría a la Agencia Municipal de Noticias.
Este año participaron 75 fraternidades folklóricas y alrededor de 35.000 músicos, quienes tomaron las calles y avenidas de la ciudad de La Paz.
Unesco
Durante la celebración de la festividad, se tuvo la presencia del director regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Ernesto Fernández Polcuch, quien estuvo junto a la ministra de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización, Esperanza Guevara, y otras autoridades.
Su participación fue un reconocimiento al poder transformador de la cultura boliviana.
“El director regional Ernesto Fernández Polcuch recorrió la ciudad junto al alcalde, Iván Arias Durán, dialogando sobre el rol de esta celebración en la economía local, las industrias creativas, el turismo cultural y la identidad paceña. También exploraron la posibilidad de establecer un geoparque en la región, integrando cultura y naturaleza para el desarrollo territorial”, se lee en un mensaje de Unesco Montevideo en su cuenta de X.
La festividad del Gran Poder moviliza cada año a más de 40 mil personas entre bailarines, músicos, artesanos y comerciantes, generando un importante movimiento económico en la ciudad de La Paz.
Los sectores como el turismo, la gastronomía, la confección de trajes, la producción musical, la hotelería, el transporte y el comercio informal tuvieron impacto con la entrada, generando empleo y reactivación económica.
AEP