La región enfrenta desafíos estratégicos y Bolivia está preparada: exportaremos cuero a China y generaremos importantes ingresos.
En un escenario global marcado por la inestabilidad en los precios de materias primas y las restricciones de mercados tradicionales, el Gobierno nacional dio un paso fundamental al firmar el protocolo que habilita la exportación de cuero bovino, en bruto, a China.
Actualmente, Bolivia envía 22.000 toneladas anuales—por un valor de $us 12,5 millones— y, ahora, se prepara para integrarse al gigantesco mercado chino, que demanda 1,8 millones de toneladas, multiplicando nuestras oportunidades de ingreso de divisas y diversificando nuestras exportaciones.
Este logro no es casual, sino fruto de una articulación precisa entre la Cancillería, Senasag, el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras y el sector exportador privado. Al cumplir rigurosamente con las exigencias sanitarias y fitosanitarias de China, hemos demostrado capacidad técnica e institucional, lo que sienta un precedente para futuras negociaciones de subproductos bovinos, fibra de algodón, carne de pollo, cerdo y sorgo, cuyo ingreso conjunto podría llegar a $us 30 millones adicionales al año.
La diversificación de nuestra oferta exportable —sumada al crecimiento del 350% en cuatro años, al pasar de $us 300 millones, en 2020, a $us 1.300 millones, en 2024— confirma la solidez de nuestras relaciones comerciales con China. Esta alianza, forjada durante 40 años de relaciones diplomáticas, abarca cadenas agroindustriales que generan empleos, dinamizan las economías regionales y elevan nuestras reservas internacionales.
En línea con nuestro Plan de Desarrollo Económico y Social 2021-2025, el Gobierno nacional apertura mercados de exportación para nuevos productos con valor agregado, protegiendo a los productores nacionales frente a la competencia externa y la volatilidad global. En tiempos de crisis global, esta política es la vía para garantizar ingresos estables, que fortalezcan el presupuesto público y coadyuven al bienestar de las familias bolivianas.
La asociación con China se ha constituido en una plataforma de desarrollo conjunto que impulsa la industrialización de nuestras materias primas, mejora la infraestructura de acopio y transporte, y multiplica las oportunidades de inversión. Con estas gestiones, el Gobierno reafirma su política de industrialización con sustitución de importaciones, potenciando las capacidades productivas nacionales mediante el incremento de su productividad y contribuyendo a la dinamización de la actividad económica.
Por: Omar Yujra/