El 19 de enero de 2020, tras una reunión de alto nivel celebrada en Argentina, Luis Arce Catacora y David Choquehuanca fueron elegidos candidatos del Movimiento Al Socialismo (MAS) para los comicios generales a realizarse el 18 de octubre de ese mismo año.
Aquel día, la población, cansada de un régimen impuesto por el gobierno de facto de Jeanine Añez, que estuvo marcado por causar luto y corrupción, salió rumbo a las urnas con la esperanza de sacar a Bolivia del hoyo al que había caído. Los resultados dejaron en claro la voluntad del soberano, y con el 55,1% la dupla de Arce y Choquehuanca ganó en primera vuelta las elecciones. Con ello, también retornó la democracia al país.
Ese voto de confianza se tradujo en un mandato firme de las organizaciones sociales y el pueblo boliviano en su conjunto para los nuevos gobernantes: reconstruir la patria.
El sábado, en un gabinete ampliado que contó con la participación de autoridades de los órganos Ejecutivo y Legislativo, aquella premisa de reconstruir la patria volvió a brillar y marcó el horizonte para afianzar un trabajo coordinado entre ambas instancias, a fin de cumplir con el mandato de la población rumbo al Bicentenario.
No obstante, este encuentro también sirvió para reafirmar que el Gobierno, encabezado por el presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca, no es otra cosa que el gobierno del pueblo, de las organizaciones sociales, de todas las bolivianas y bolivianos que hace poco más de dos años y medio depositaron sus esperanzas en este proyecto.
Este encuentro permitió ahondar en la importancia de la unidad, del trabajo conjunto y de asumir las acciones necesarias para fortalecer la gestión que se realiza en pro de la población.
Después de haber transcurrido la mitad del periodo gubernamental del Jefe de Estado, haciendo una retrospectiva, aquellos mandatos emitidos por el pueblo a inicios de su gestión se fueron cumpliendo paulatinamente. Se retomó el derecho a la educación; se combatió satisfactoriamente el Covid-19, alcanzando una tasa de letalidad actual del 0,1%; se estabilizó y continúa en marcha la reconstrucción económica; y, rumbo al Bicentenario, estamos caminando hacia la industrialización de nuestros recursos.
Aún queda camino por recorrer, pero será difícil avanzar en un contexto de enfrentamiento y división, en el que una persona pretende monopolizar la lucha de todo un pueblo; por el contrario, en este proyecto estamos todos, remando hacia un mismo horizonte, y solo en unidad continuaremos saliendo adelante.
