Luis Arce impulsa la unidad nacional con mirada a 2025

En Sucre, Arce homenajeó la Revolución de 1809 y reafirmó que la ciudad será eje del Bicentenario.

En la Sesión de Honor celebrada ayer sábado en la Asamblea Departamental de Chuquisaca, el presidente Luis Arce rindió homenaje a los 216 años de la Revolu- ción de 1809, destacó el papel histórico de Chuquisaca como cuna de la libertad americana y proyectó a Sucre como centro de las celebraciones por el Bicentenario de Bolivia en 2025.

“Rumbo a nuestro Bicentenario, Chuquisaca y su capital, Sucre, la Ciudad Blanca, madre de la libertad y cuna de nuestra patria, se convierte en el corazón de una celebración histórica”, afirmó el mandatario durante su discurso pronunciado en el mismo suelo donde hace más de dos siglos surgió el Primer Grito Libertario del continente.

CASA DE LA LIBERTAD

Desde la histórica Casa de la Libertad y con la presencia de autoridades locales, asambleístas, representantes sociales y del Ejecutivo, el Presidente subrayó que el Bicentenario representa una oportunidad única para renovar el “eterno compromiso con el país” y construir un futuro “con esperanza, justicia y unidad”.

ACTOS CONMEMORATIVOS

Arce afirmó que los actos conmemorativos que se desarrollarán en Sucre no solo serán un homenaje a los héroes de la independencia, sino también una reafirmación de los valores que sustentan al Estado Plurinacional de Bolivia. “Será aquí, donde empezó nuestra historia como nación, que rea!rmare- mos nuestro compromiso con un Estado soberano, digno y plurinacional”, dijo.

Durante su intervención, el Jefe de Estado también remarcó el papel que cumple Chuquisaca en el proceso de industrialización del país, a través de proyectos de integración vial, infraestructura productiva y apoyo a las economías regionales, como parte del modelo económico social comunitario.

“Que el Bicentenario nos inspire a construir el país que soñaron nuestros libertadores: libre, justo y con oportunidades para todas y todos”, concluyó Arce en un mensaje que apeló tanto a la memoria histórica como a la proyección de un futuro de desarrollo y soberanía. 

AEP

 

Política
Imprimir